domingo, 9 de septiembre de 2012

La sublimación de la materia: "Alturas de Machu Picchu- Los Jaivas" (1981)

La importación del rock en América Latina tiene en Los Jaivas uno de sus expositores paradigmáticos. La fusión de la psicodélia del rock norteamericano de los 60-70' y los ritmos andinos, encuentran en "Alturas de Machu Picchu" algo que ni Pink Floyd con su Live in Pompeii logró en el '71: el arraigo y la humanidad de las piedras.

Eso lo comprendió -era que no- alguien que no estaba pensando en rock pero sí en poesía. Quién se vio enfrentado al drama de enraizar las palabras con la materia de rocas sin movimiento y representar el pasado de humanidades esfumadas, pudo comprender antes que el rock mismo que éste se basa en la materialidad. Esa capacidad arrebatada en las sociedades modernas de poder verse a sí mismo en aquellos objetos que nos rodean. La parsimonia y silencio de la materia, como si esta fuera totalmente ajena, exterior y olvidada, es la más lastimosa de las ideologías humanas: la creencia de que nos bastamos en nosotros mismos.

Los Jaivas supieron interpretar esa síntesis maravillosa lograda por Neruda en el Canto General. Pudieron darle movimiento a una prosa que enraizó la historia de la humanidad, la de sus creadores, el leit-motiv de toda comunidad por dejar algo el rastro de sus pasos y poder re-encontrarse en ellos. Macchu Picchu, la más expuesta y sacralizada de las ciudadelas incas, pudo ser sublimada al encuentro de la música de Los Jaivas como la mejor de las representaciones posibles: el re-conocimiento de sus creadores con la materia creada, reinstalando la pregunta por cuánto de los que dejamos a nuestro paso son rastros en los cuales reconocernos.

Disfrute y vuelva a las "ruinas" de su humanidad:
Bajar disco en: http://www.mediafire.com/?9uxv73qfgxi0412

2 comentarios:

Coni... dijo...

Que buena descripción! Había olvidado la existencia de este blog, hoy en una tarde de frio, leer está columna me ha llenado de buenas sensaciones! Abrazos Pipe.

Defamas dijo...

Pasaron casi dos años antes de leer tu mensaje Coni. Justo, volviendo ahora a la actividad, retomando el espacio luego de una largo paréntesis, de esos que se escriben a diario, veo que el blog nunca tuvo uno, y ese siguió al aire.
Quizás como esas cartas que demoraban llegar a destino, leas también este mensaje en un par de meses o años más.
Un abrazo!