viernes, 9 de julio de 2010

El eslabón crítico del rock latinoamericano: La Renga - Despedazado por mil partes [1996]

En alguna tertulia por allá lejos, con el amigo -el que se hace llamar capitán- caimos en el implacable cuestionamiento a la performance del rock en su versión latina, o mejor dicho, latinoamericana. La pregunta era, simplemente, si ¿era posible que el rock (con el amplio sentido y subtexto que conlleva el concepto) fuera concebido en estos lares, con la prolijidad y desenfado de las bandas anglo? Sin duda, era una pregunta que pisaba las veredas del esencialimo, la emergencia, y la espontaneidad de un género que en ese momento estabamos asumiendo como experiencia de vida. Nos retrotraimos a los clásicos, ahí donde se dispuso la piedra filosofal de las guitarras y las melenas, los excesos y la indiferencia, la contracultura y todas esas mierdas... sin llegar mucho a nada, más que a constatar que de rock sabíamos muy poco como para perseguir siquiera una respuesta.

La respuesta, sin embargo, llegó tiempo despues. No fruto del cultivo de la erudición en torno al género, sino más bien, con una vivencia que teníamos ad portas: La Renga en concierto. Sin entrar en la delirante testosterona que se libera -y en algunos casos "orgones", como bien diria el otro esquinero- en conciertos como éste, la sensación que nos dejó en aquellos tiempos fue la muestra fidedigna de que el rock, tiene en La Renga, su mejor expresión latinoamericana. Y la ecuación es simple, hijos de esta tierra dependiente, llevada adelante sobre las contradicciones inherentes de la modernidad, el rock de La Renga es puro desencajo y desequilibrio, vivencias que simplemente no calzan sobre ese deber ser de la autodeterminación y la desiderata de la libertad llevada al límite. En otras palabras, La Renga es eso, la crítica a la imposibilidad de llevar adelante la vida del modo que lo haría Jesucristo si fuera falopero.
Precisamente, en La Renga encontré en esos años la prueba manifiesta de que no podría llevar la vida por los causes que la experiencia del rock me ponía por delante, sin embargo, encontré también las mejores armas para articular esa imposibilidad, vale decir, la oportunidad manifiesta, el espacio concreto desde donde la crítica podría ser vivida como una posibilidad siempre oportunda de simplemente ir, partir, dirigirse. A pesar de las contradicciónes y de que el mundo estuviera mal hecho.

La Renga, pone de manifiesto la experiencia latinoamericana del rock desde su posibilidad más universal. La articulación de una crítica constante a los contenidos que están objetivando las experiencias más sencillas, para apelar e ir tras ellas con más vehemencia y menos pusilanimería.

Baja el disco La Renga-Despedazado por mil partes: http://www.mediafire.com/?iamwuykymai



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