El ruido se estremece cuando la música toca las
profundidades del infierno desatando la ira del alma.
No
hay nada más allá. No hay temores, pesares, rabia, paciencia o venganza. Tú
eres el
único que puede enfrentar los
demonios
del pasado, así que no esperes más y lánzate al abismo.
Bajaste de la montaña y ahora nada puede frenar la lava que corre por tus venas. De roca eres y en el último rincón perecerás. La piedra ha labrado tu conciencia y de estaño será tu última vida, así que deja el miedo atrás, abre tus alas y salta al vacío.
Rompe el cristal
del espejo y ven a buscarme. No te resistas. Cierra los ojos y ven a contemplar el mundo
real. Ese
que
grita en el
puño de tu avergonzado corazón.
Deja que tus huellas desaparezcan de la tierra. Que el
viento y los
astros, hagan de ti un ser eterno y El Loco te tome entre sus brazos, para llevarte a viajar por lo que has sido antes del
tiempo y la materia.
Estás
sólo. Exiliado de tu semilla y perdido en el fondo de una nuez. No tienes a
nadie a quien acudir y yo tampoco iré a salvarte. Sólo quiero verte sumergido al
final del universo. Ahí te espero, en el comienzo de la nada. Si La Fortuna te
traicionó, el dolor se volverá tu único maestro y sólo así podrás volver a
caminar.
Desármate.
La victoria no llegará antes del ocaso.
Lo único que basta es el mundo
suicidándose a tus pies mientras tu cuerpo se incendia en el espacio, así que
salta al infinito de una vez y ven a conocer la irrevocable infinitud de este instante...