martes, 8 de diciembre de 2015

REM - [1992] - Atomatic for the People

Luego de escuchar durante una semana el disco “Automatic for the People” de R.E.M. (1992),-información entregada por el compañero Defamas, debido a mi ignorancia ya dicha y sabida en términos musicales- para poder hablar del tema  “Everybody Hurts”.

Del disco se puede decir, que tiene la característica de ser directo, melancólico y sombrío, tríada de emociones que se conjugan con los temas “Drive”, “The Sidewinder Sleeps Tonite”, “Nightswimming" y “Everybody Hurts”, en una gama de acordes melodiosos, que instigan a confrontar esa soledad que no deseas enfrentar, por el temor manifiesto de no visitar el fracaso camuflado de éxito socializado.  

Parafraseando al maestro Benedetti, “cuando uno es un triste con vocación de alegre” y busca consuelo en prefabricados bares o también... en ocasiones...en sucuchos de tiernas, suaves y amables compañías, lo hace porque siente, que de algún modo “todo el mundo sufre” de esas soledades, de esas angustias, de esas inexplicables tristezas, que nos hacen desear el cobijo y calor de una explicación...

En ese sentido “Everybody Hurts”, creo que cumple con entregar esa explicación, ya que junto con cada sorbo de tu trago... comprendes que la vida se debe enfrentar cara a cara, en inconsciente lucha por sobrevivir... comprendes que el llorar es parte de seguir resistiendo, acostumbrándote y preocupándote de adornar esa incontenible belleza del negro que entregará cada día que sea como una noche... que deberás enfrentar cobijado en esa verdad, que por cruel, es una certeza... y que se debe agradecer, con el propósito inconsciente y monocorde de resistir, ya sea en esas compañías ocasionales o simplemente en esa mesa escondida en el prefabricado bar, detrás de uno de sus baños.

Es así entonces, que “Everybody Hurts” anuncia que todo el mundo sufre, que a veces crees que no puedes soportar esa tristeza que destruye tu éxito socializado, que te presenta desnudo ante tu patética realidad, decorada en perfectos engaños, traiciones, desencuentros, desesperanzas, desamores o simplemente tu tristeza maquillada en vocaciones de alegre... en donde debes imperativamente buscar y encontrar consuelo, e insisto en lo imperativo del consuelo, con el propósito inconsciente y monocorde de resistir... en un coro;  “no, te des por vencido... ya que todo el mundo sufre”...debido que nadie por conche de su madre que sea, puede estar tan solo... para no poder compartir una tristeza, una desesperanza o una derrota publicitada...



Finalmente, el disco Automatic for the People y  en especial “Everybody Hurts”, en mi opinión, su importancia radica en entregar un sencilla y honesta evocación de esperanza dentro de tanta belleza vestida de fiel negro... la de resistir... derrotar ese temor al sufrimiento... alcanzar la convicción de no darse por vencido, ya que no hay mayor satisfacción, que arrancarle una sonrisa victoriosa a esta mezquina y puta vida...  



miércoles, 18 de noviembre de 2015

SÍNTESIS. My Sleeping Karma - Moksha (2015)




El ruido se estremece cuando la música toca las profundidades del infierno desatando la ira del alma. 

No hay nada más allá. No hay temores, pesares, rabia, paciencia o venganza. Tú eres el único que puede enfrentar los demonios del pasado, así que no esperes más y lánzate al abismo.

Bajaste de la montaña y ahora nada puede frenar la lava que corre por tus venas. De roca eres y en el último rincón perecerás. La piedra ha labrado tu conciencia y de estaño será tu última vida, así que deja el miedo atrás, abre tus alas y salta al vacío. 

Rompe el cristal del espejo y ven a buscarme. No te resistas. Cierra los ojos y ven a contemplar el mundo real. Ese que grita en el puño de tu avergonzado corazón.

Deja que tus huellas desaparezcan de la tierra. Que el viento y los astros, hagan de ti un ser eterno y El Loco te tome entre sus brazos, para llevarte a viajar por lo que has sido antes del tiempo y la materia.  

Estás sólo. Exiliado de tu semilla y perdido en el fondo de una nuez. No tienes a nadie a quien acudir y yo tampoco iré a salvarte. Sólo quiero verte sumergido al final del universo. Ahí te espero, en el comienzo de la nada. Si La Fortuna te traicionó, el dolor se volverá tu único maestro y sólo así podrás volver a caminar.

Desármate. La victoria no llegará antes del ocaso. 

Lo único que basta es el mundo suicidándose a tus pies mientras tu cuerpo se incendia en el espacio, así que salta al infinito de una vez y ven a conocer la irrevocable infinitud de este instante...







martes, 27 de octubre de 2015

Martinho Da Vila - Canta Canta Minha Gente [1974]

"Soy brasileño. Nací en Duas Barras,
ciudad del interior, 
hijo de campesinos.
Fui criado en las favelas
de Río de Janeiro, América del Sur.
Dedico este trabajo a todos 
los hermanos de América Latina"

Martinho Da Vila, Portuñol Latinoamericano, 1980.


Da Vila mezcla el amplio registro de un hombre de samba solitario. Raro para su época. Pronto entendió que se podía hacer samba a una voz, sin la necesidad de un gran conjunto coral. También, pronto, comprendió, que los ritmos brasileños, sin duda expresión palmaria del sentido y ser brasileño, estaban extendidos, cada uno en su clave y conexión con el resto. Brasil, el país mais grande do mundo, no podía, para Da Vila, bastarse a sí mismo.

Da Vila, como otros de su época, y tan propio de la canción latinoamericana de los 60 y 70, le cantó a su clase. Jugando desde distintas posiciones en O pequeño burguês  o Canta Canta Minha Gente, pone en entredicho las promesas sociales de la época e incluso cuestionando los principales placebos de la cultura brasileña, la samba. Siendo el un hombre de samba. Como proleta devenido en burgués se ríe de la "movilidad social fallida" (ojo ahí Nahuel), de lo penoso de salir adelante, "para tener un buen momento y llorar un buen rato". En Canta Canta..., gran oda a la felicidad brasileña, anclada en su baile y canto colectivo. Ese que todo lo puede, que pese a lo lacerante de la vida, cantando fuerte y alto, al parecer, la vida puede mejorar. Pero¿en verdad todo puede mejorar?, tratando de poner en suspenso un coro que resuena como mantra, se pregunta si acaso la vida mas será que vai a melhorar? 





A Da Vila, no le vienen con cuentos. Que la samba es alegría y sentimiento, qué duda cabe! Pero con Da Vila, la samba también es inteligente y también, en cierto sentido, reveladora.  



viernes, 11 de septiembre de 2015

Terra sureña, sigues incógnita.

A 40 años del Disco “Terra Incógnita” de Congreso. 
1975

Podría decir que empecé a escuchar a Congreso desde niña, al igual que a Los Jaivas, Illapu, Sol y Lluvia, por lo tanto que es un gusto heredado de cuna, de los cassettes de mis taitas o de mis tíxs, de esas canciones que de una u otra forma te revuelven el estómago y no precisamente por tener mariposas, la infancia es mucho más que ingenua nostalgia, pero nada que ver y como siempre me fui por otro carril. De cualquier forma, no fue así, a Congreso lo empecé a escuchar en la “media”, en esos conciertos multitudinarios de 30 bandas y que cada una alcanzaba a tocar 2 o 3 temas, los ya míticos conciertos en el Forestal para el día de la Música.

Ahí, escuché como muchxs, “En todas las Esquinas”, “En Horario Estelar” y “Heroína de Nueva York” y pá! Amor a primera vista, Congreso tenía en ese entonces y sigue teniendo, esa casi atemporalidad, esa frescura que sólo da la creación constante, el  no apegarse a esas instituciones - a esta altura- musicales, con todo el respeto que me merecen otros grandes exponentes de la canción chilena, Congreso para mí, va un paso más allá, musical y poéticamente, son atrevidos, mezclando esos sabores y sonidos antiguos e innovando con nuevas tecnologías y formas rítmicas, la reconocida fusión latinoamericana. Congreso no tienen LA canción que tod@s conocemos, y sí, puede que no sean tan populares como otras bandas de aquellas, pero a quienes los amamos, con cada nuevo disco y cada nuevo concierto, nos dejan más que dichosxs.

Pero no quiero hablar de lo nuevo…

Cuando una tiene la fortuna de ser seguidora de una banda con más de 40 años, tienes muchísimo material para disfrutar, escuchar un disco y volver a escucharlo años después llegando a lugares musicales y de ti misma, que antes pasaron desapercibidos.

Hace unos días fui a un concierto de Congreso y cuando tocaron y cantaron “Vuelta y vuelta” Pancho Sazo contó que Tilo Gonzáles (percusionista y creador de muchísimas obras musicales del grupo), la compuso en plena dictadura militar, expresando esa sensación generalizada para algunxs jóvenes de la época (esta vez sí como mis taitas) que seguían “caminando calendarios, sigo dando vuelta en un reloj, todo se termina en un suspiro y huye alado el eco de la voz, y vuelta y vuelta, planetas y estrellas”, quizás cómo esperando que el impacto ocurriera, que con ayuda de los astros se terminaran esos oficios “…malditos, por meter gente a la fosa”. 

El disco Terra Incógnita no alcanzó a lanzarse como estaba previsto el ’73, claramente sabemos por qué. Sólo se editaron dos canciones “Entre la gente sencilla” y “El Oportunista”. En el año  ’75 y pasando una serie de autocensuras, se lanza Terra Incógnita, segundo disco de larga duración del grupo, y que dado el contexto social y político infestado de muertes, torturas y desapariciones, está escrito en metáforas que para los seguidores de la banda y estudiantes de la época, hacían clara alusión a la represión militar. Pero que afortunadamente, y considerando que las fuerzas armadas de Chile y otros organismos represores del estado no son grandes amantes del arte popular, menos de la filosofía y a la estética, lograron pasar la prueba de los “organismos censores”. Es así como canciones aparentemente entusiastas e inocentes, están cargadas de incertidumbre y desesperación, como “Dónde estarás?” que hace directa alusión a l@s desaparecid@s y “Los Maldadosos” dedicada a ellos, los del oficio maldito, los torturadores.

Mientras que “Entre la gente sencilla”, compuesta durante el Gobierno de la UP, personalmente, me inspira una suerte de confianza, de tranquilidad, quizás desde mi ilusión de esos años pasados que no viví, dónde según cuentan, había más confianza en la política, en los representantes del poder, había algo, y más allá de todo fatalismo, algo que hoy no se ve. Hoy trabajo en las zonas rurales de una partecita del sur de Chile, y hay un silencio, un silencio tan incómodo y la vez doloroso, un silencio producto de imposiciones de ropajes extranjeros, de ideas y formas foráneas “Te vestirán de blanco. No, no, no, no lo queremos ¡deberías ir como tú eres, vestida de araucaria majestuosa, de ola blanca; de pájaro o de noche, de mineral oscuro… de barco luminoso y coralino… de todo lo perenne y verdadero!”

Existe una sensación latente de que miles de cosas pasan bajo nuestros zapatos y no logramos comprender. Pero sí podemos expresar a través de las voces, vientos, percusiones, cuerdas  de ell@s, de quienes consideramos representantes de nuestro sentir, de esas emociones tan profundas y a ratos tan indescriptibles, pero que nos une como seres humanas/os, o por lo menos a algunos.

Congreso refleja también la convicción que lo personal es político, que la forma de construir las relaciones, no solo las sociales, sino las relaciones personales, las del cotidiano, el romance, la familia, son permeadas por los contextos políticos, así como nosotros construimos también esas formas políticas. En este sentido, una de las canciones más hermosas de este disco y de toda su discografía es “Canción de la Verónica”, que siguiendo este disco como el relato de esos años de Chile, nos habla de una relación que podría ser la de cualquier pareja de trabajadorxs - campesinxs “Si te fallo, o me abren, algún año en algún tiempo, si me muero encontraran debajo de mi carne otra carne, hay otro cuerpo modelado”, reflejando esa sensación que hoy podía ser el último día de vernos, de mirarnos, de encontrarnos en los ojos del otro, en esos “Ojitos son tan puros, tus ojitos llenos de sol, tus ojitos me descubren con la pureza de tu tiempito”.

Congreso para mí es una de esas bandas, que más allá de la data de origen, continúan creando y recreando una historia, una historia que es pasado y que también es presente, que es necesario nombrar y renombrar, porque cuando realmente exista justicia podemos perdonar y sanar, pero nunca nunca olvidar.

“Llegará el día, como de arriba,
Cayendo sin saber…
Cómo ni cuándo; la hora
Del juego tremendo ¡ay amor!
Será la vida y muerte juntas:
La ronda que es la final…
Ahí estaremos: tú y yo, todos
Inmensamente alegres, reunidos”


Guajira del Andes 




Links de descarga del disco: Parte 1 y Parte 2




lunes, 24 de agosto de 2015

David Bowie- The man who sold the world [1970]

Debo confesar mi total ignorancia en el conocimiento de las artes del rock, rock pop, hard rock, metal rock y todo acepción que se identifique o asemeje a este estilo. Sin embargo, con la ingenua autoridad del ignaro consumidor de canciones que marcan esporádicas estacionalidades, deseo hablar de “The Man Who Sold the World o El Hombre que Vendió el Mundo”, tema compuesto e interpretado por David Bowie en 1970 en su disco homónimo, según mis desconfiables indagaciones. 

Ahora bien, al referirme a “The Man Who Sold the World”, debo basarme en el cover de Kurt Cobain y específicamente a su concierto unplugged junto a Nirvana de 1993, actuación que evoca una atmósfera presente, el desmembramiento de los valores y principios, de un soborno en silencio, de un éxito apresurado, de un engaño auspiciado, de ilusiones de compra-venta, de un arte tranzado, de la sensación sin respuestas... en qué me he convertido. 

En este sentido es válido preguntarse, tanto Bowie como Kurt, al interpretar este tema, buscaban redimir su verdadera particularidad, pensando qué su arte fue subastado, convirtiéndolo en producto, comercializando su talentosa y audaz impertinencia, tranzando su ya... plastificada rebeldía. 

 En mi opinión, creo que sí, lo pienso como un acto de constricción al libre albedrío, la búsqueda de lo perdido, una resistencia de la frágil esperanza de mantener esa rebeldía. En palabras de Poe, -en su “Corazón Delator”- el culpable de todo lo que pasa en el mundo, él de pactos con satanás, en rendición combativa, en proclamas de remisión, nada ha cambiado a pesar del tiempo. Tales afirmaciones, las realizó en concordancia a los siguientes versos presentes en el tema: 

Nosotros debíamos haber muerto hace mucho, mucho tiempo. / ¿Quién sabe? / yo no, nosotros nunca perdimos el control / estás cara a cara con el hombre que vendió el mundo... 

Entonces “The Man Who Sold the World”, puede ser considerado como la consigna de reivindicación de lo esencial, del amor por realizar algo que te hace feliz, de la pasión a lo que te identifica, lo que te hace diferente, el arte de crear y poder compartirlo, a pesar de haber estado cara a cara con el hombre que vendió tu arte y convertirte en palabras de Pablo Rokha, en “el hombre de la danza oscura/ y el ataúd de canciones degolladas..” en su poema “Aventurero.” 

Nahuel Lorca Lonki 

Descarga el disco aquí

martes, 18 de agosto de 2015

Tomarse en serio las pasiones



No hemos escrito en este blog hace casi tres años. La fecha de esta última publicación (noviembre del año 2012) de alguna manera conmemora el día en el que los tres colaboradores de este sitio empezaban a tomarse en serio otras áreas que eran prioritarias en ese entonces. Al parecer Butalmapu no era compatible con los nuevos desafíos.

Sin duda los resultados de esa aptitud nos han dado cosas buenas. Pero también ha generado nuevas inquietudes. Todas ellas la resumiremos en una sola palabra…Pasión ¿Qué significa la pasión? ¿Tenemos pasiones? Y si es así ¿Cuántas pasiones podemos tener? No tenemos respuestas claras para estas preguntas, pero sí reflexiones que nos motivaron a retomar este blog. 

Lo realizado en el 2012 era un paso necesario, pero injusto. Porque Butalmapu era uno de los espacios donde compartimos, expresamos y almacenamos la pasión por algo tan etéreo como el sentimiento que la origina, pero tan concreto como cualquier objeto… Discos musicales.
¿Perdió  Butalmapu esa característica? Ciertamente no. La explicación de por qué no habíamos escrito es simple y cruda. Nos estábamos tomando en serio muchas cosas, pero esta pasión. Al contrario del mensaje que puede entregar discos como “The Wall” de Pink Floyd (nos debemos hablar sobre ese disco), ‘el muro’ también puede cimentarse desde una suerte de plenitud espiritual, teniendo el mismo efecto existencial. Retomar Butalmapu sería un intento de construir una puerta a ese muro, más que un intento de derrumbarlo.

Sin embargo, estamos conscientes que el mundo ha cambiado sobre cómo se escucha y se piensa la música en la actualidad. Por lo tanto, esta nueva travesía no sólo estará marcada por lo que  ya nosotros consideramos nuestro ‘sello', sino también la exploración y apertura sobre cómo constituir este sitio como un espacio de encuentro, colaboración y resistencia.

Bienvenidos, una vez más, querid@s esquiner@s.